domingo, 1 de abril de 2012

Amores, amores hay de todo tipo. Están los amores de toda la vida, están los amores de una noche, los que solo duran un verano o los peores, los amores no correspondidos.Estos amores comienzan con una simple atracción y terminan lastimándote, amarrándote a una vida llena de recuerdos de esa persona. Cuando pasa esto no podes dejar de sentir que todo lo que hagas o digas te recuerde a él, todo lo que te rodea te recuerda a él, y muchas veces a causa de esto perdemos hasta la dignidad haciendo algo que tal vez nunca se nos hubiera ocurrido hacer en nuestras vidas. Cometemos errores, estupideces, y sin darnos cuenta ese amor poco a poco comienza a convertirse en una obsesión. ¿Obsesión? ¿Cuántas veces negamos esa palabra? Cuando la obsesión se cruza en nuestro camino es muy difícil que se vaya. Y es mas, muchas veces la confundimos con amor, con enamorarse.Pero no, cuando nos damos cuenta que en realidad estamos completamente obsesionadas, es ahí cuando hacemos hasta lo imposible por sacar a esa persona de nuestra mente, olvidarla y poder seguir con aquella cosa llamada vida, la cual habíamos olvidado y opacado con ese amor no correspondido. En ese momento aceptamos que no nos va a dar ni la hora y continuamos. Dejamos de mirar su muro, dejamos de esperar a que nos hable y dejamos de mirar nuestro celular esperando su mensaje.Hay que seguir. Alejarnos y olvidarnos de él, de la costumbre, porque al final es eso “una simple costumbre”. Aunque sea difícil es así y hay que aceptarlo. Dejarlo ir y empezar la búsqueda de nuestra felicidad. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario